Este canto de la colección de Cantos Cósmicos de Paramhansa Yogananda
encierra conocimientos profundos.
En los primeros versos
No nazco, no muero, ni casta tengo.
Padre, madre, ninguno hay.
se hace referencia al origen del alma, que no procede de los progenitores físicos, el padre y la madre. El alma procede directamente de Dios.
Cuando espermatozoide y óvulo se fusionan, un destello de luz invade el cielo astral. Esta luz lleva la información genetico-kármica de los padre físicos. Aquellas almas que se sienten identificadas con esta información pugnan por reencarnarse en el incipiente cuerpo físico. Así, el alma, acompañada de su energía vital (cuerpo astral) y su cuerpo causal, se introduce en la primera célula del feto que comenzará la formación del bulbo raquideo. La estructura del cuerpo astral marcará la distribución y diversificación de las distintas células y órganos del cuerpo físico.
En el estribillo:
Yo soy Él, yo soy Él
Bendito Espíritu soy
Dado que Dios juega en la Creación a percibirse a Sí mismo desde la multiplicidad,
cada ser humano, cada átomo, no es mas que una manifestación de ese deseo. Cuando el alma deja de identificarse con el cuerpo, percibe directamente esta realidad.
En los versos siguientes
Mente, ni intelecto, ni ego , ni emoción;
Cielo, ni tierra, ni metal soy
se hace referencia, en el primero, a las características de la conciencia:
Manas (la mente), Buthi (el intelecto), Ahankara (el ego) y Chitta (el sentimiento).
Chitta se ha traducido por "emoción" por exigencias de la métrica, aunque emoción difiere de sentimiento.
Es precisamente el sentimiento, con sus gustos y aversiones, quien nos sumerge en el engaño de Maya.
En el segundo verso se recuerda que nuestra naturaleza no es física, sino divina.
La letra del canto en su versión original en inglés es la siguiente:
No birth, no death, no caste have I.
Father, mother, have I none.
I am He, I am He; blessed Spirit, I am He.
Mind, nor intellect, nor ego, chitta;
Sky, nor earth, nor metals am I.
I am He, I am He; blessed Spirit, I am He.
En la Autobiografía de un Yogui, Paramhansa Yogananda relata que
cantó este canto en 1915 cuando fue ordenado Swami.
Una grabación casera puede escucharse en el siguiente enlace: